domingo, 28 de octubre de 2012

Continuación: La entrevista en la Urraka con Pedro Arturo Estrada


P.A.E: El poema no siempre es la poesía. Hay muchos poemas y muy poca poesía, suele decirse, y es cierto. La poesía está donde quiere estar, se presenta cuando menos se espera, a veces en una simple frase, incluso dicha por un niño, por un loco, por un analfabeta. La poesía es la palabra en libertad, es la palabra original, la del origen, la palabra nueva que de pronto revela algo diferente, que descubre en nosotros algo inesperado e inquietante y nos conmueve de golpe, nos saca de la rutina, de la costumbre, de la estupidez ambiente. La palabra que nos sacude, que nos atraviesa como un rayo y nos ilumina, nos abre los ojos a lo real profundo, a lo maravilloso en medio de lo cotidianidad habitual.

M.I.A: Cómo consideras que se debe transitar el camino hacia la poesía.

P.A.E: Como se transita por la vida, abiertos los sentidos, el corazón, la inteligencia, la sensibilidad al máximo. No se puede ir con miedo, con mezquindad de espíritu, con cálculo, con odio, con visión de topo. Hay que entregarse totalmente, hay que apostarlo todo a nada cuando se está en ese camino.

M.I.A: Tú que aprovechaste la noche para escribir, tienes prioridad por la noche o el día.

P.A.E: La noche está presente en mis poemas, ella es uno de mis temas preferidos. Trabajé como vigilante nocturno, y eso es en el fondo el poeta, aquel que permanece despierto mientras los demás duermen. La noche es el espacio de la poesía, en ella florecen sus mejores imágenes, sus visiones. Para los románticos alemanes la noche es el territorio sagrado del sueño, del amor, del misterio, de la poesía. Dejemos la noche a los poetas y el día a los novelistas, dijo alguien. Hay sin embargo novelas altamente poéticas que asumen la noche como atmósfera, como tema: Djuna Barnes y El bosque de la noche, por ejemplo.

M.I.A: Cuál es tu poema favorito, el que consideres el padre de los poemas.

P.A.E: Tendría que empezar hablando de poemas mayores de la humanidad, desde Sumeria, India, Egipto o Grecia. Pero no. Basta con saber que en todo buen poema concurren de alguna forma todos los grandes poemas anteriores. Que entre todos estamos escribiendo el mismo poema en distintas instancias desde siempre.

M.I.A: ¿Se enseña a escribir poesía? o eso se lleva adentro de la piel, del alma y luego surge, cuando sea tiempo.

P.A.E: Se enseña a descubrirla, a percibirla, a reconocerla. Eso es suficiente. El oficio de escribir bien es otra cosa, se aprenden técnicas, modos, estilos. Pero la poesía es algo más que técnica, que oficio, que voluntad de estilo. Es un encuentro del ser consigo mismo, con lo real a través del lenguaje.

M.I.A: Tienes 4 libros de poemas publicados, y premios nacionales. Internacionalmente te conocen en antologías, cuéntanos un poco sobre esto.

P.A.E: Mi primer libro, Poemas en blanco y negro, apareció cuando ya no era joven, pero recoge poemas escritos desde los 22 años. El poeta José Manuel Arango fue quien me proporcionó la oportunidad de publicar ese libro en la editorial Universidad de Antioquia. Luego me publicó Fatum en la colección Autores antioqueños, y más adelante la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Externado de Bogotá me publicaron Oscura Edad y Suma del tiempo, respectivamente. Acabo de editar Deshistorias (minicuentos) y pronto saldrá Poemas de Otraparte. Para el próximo año se publicará el libro Locus Solus, ganador de la beca de creación de la alcaldía de Medellín. El premio Ciro Mendía lo obtuve en 2004, y después el Sueños de Luciano Pulgar y, el departamental de poesía, antes de la beca. Son estímulos a mi trabajo que aún sigue en proceso pese a mi edad, porque para lo poesía el tiempo no importa.

M.I.A: Cómo nace tu primer libro de poesía.

P.A.E: Tenía poemas sueltos a lo largo de varios años que fui guardando por ahí. Había publicado algunos de ellos en revistas como Maya y Punto Seguido y hasta en Prometeo. Pero sólo a los 38 años, cuando de casualidad aparecieron 5 poemas en el suplemento literario de El Colombiano de Medellín, el poeta José Manuel Arango se interesó y me ofreció la publicación de ese primer libro en la colección Celeste de la Editorial Universidad de Antioquia. Lo llamé Poemas en blanco y negro por el tono algo desencantado y escéptico que caracterizaba esos textos.

M.I.A: Te acabas de ganar una beca de escritores, con otro libro de de poesía.

P.A.E: Sí, el libro se titula Locus Solus, un proyecto que estoy terminando y que para el 2013 será publicado por la beca. El título alude al “hablar solo” que en apariencia el poeta hace, como si hablara para sí mismo, como si escribiera desde la extrema soledad cosas que ya a nadie interesan. Es un poco irónico eso, porque al final, esa palabra surgida en el vacío, en la soledad, está destinada a todos, quiere otra vez expresar un sentimiento colectivo, donde lo humano todavía importa.

M.I.A: Acabas de publicar un libro, Deshistorias, cuentos breves, por qué este título, si al final nos cuentas historias.

P.A.E: Bueno, ese librito contiene una selección de los mini cuentos que a lo largo de varios años he ido ensayando a manera de ejercicios narrativos donde aún lo poético trata de mantenerse; más que con la anécdota, la historia formalmente concebida, me interesa jugar un poco con la imagen, con lo subjetivo, con los sueños, sin perder cierta frescura, cierto sesgo irónico.

M.I.A: Cómo ves la poesía de hoy.

P.A.E: Creo que en medio de la crisis generalizada del concepto de cultura que vivimos ahora, la poesía sigue siendo la mejor manera de mantener una conciencia, una lucidez, una mirada propia frente al mundo, una postura coherente desde el lenguaje ante la dispersión, la desmemoria, el embrutecimiento, la locura, la banalización de la existencia. Y los poetas verdaderos de nuestro tiempo están ahí, permanecen atentos a este estado de cosas. Hay muy buena poesía en el mundo contemporáneo, aunque los nostálgicos del pasado digan que no es así.

M.I.A: Cómo ves a los jóvenes poetas que van surgiendo. ¿Puedes darles un consejo?

P.A.E: Los veo muy bien. Tienen a la mano las mejores herramientas, los medios, la información. Sólo podría aconsejar, si eso es posible desde mi modesta experiencia, que se concentren, que traten de leer más a fondo no sólo lo que tienen alrededor sino lo que está más allá en el tiempo. Que traten de expandir al máximo su conciencia del mundo, de la historia, de la cultura como un legado total.

M.I.A: Cuál es el libro obligado en poesía para quienes quieren ser poetas.

P.A.E: No hay libros obligados, pero todos son necesarios en algún momento para el buen poeta: filosofía, ciencia, historia, novela, ensayo, crónica, biografía, arte e incluso, poesía.

M.I.A: Cuáles maestros de la literatura te enseñaron, te guiaron a ser lo que hoy eres.

P.A.E: Uno aprende de todos, hasta de los más insignificantes escritores. Claro que están Homero, Shakespeare, Cervantes, Quevedo, Baudelaire, Rimbaud, Artaud, Kafka, Pessoa, Camus, etc.  Pero también los poetas y los escritores menores que te llegan en algún momento y te conmueven, te inspiran, sin que tengan que aplastarte. Como amigos que te hablan de tú a tú. Hay infinidad de autores que de alguna manera me han enseñado, me han revelado lo mejor de la literatura y de la vida.

M.I.A: ¿Te has hecho en un poema alguna vez una autobiografía?

P.A.E: En cada poema que he escrito hasta hoy hay algo de mi vida, un fragmento, una visión, una pequeña historia de mí. En conjunto, todos mis poemas pudieran ser también una autobiografía imaginada, soñada, porque he sido más soñando que viviendo.

M.I.A: De tus libros, cual es el que más aprecias.

P.A.E: El que estoy trabajando. El libro que vendrá.

1 comentario:

  1. Gracias, Irene Angel, con ese barniz perfecto, que siempre diseñas, como perfume individual y personal. Sí, con tu entrevista,he conocido al poeta. seguiré sus letras, tú siempre sabes escoger!!, jaja abrazos.

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